Poco a poco el verano va llegando a su fín. El calor, las vacaciones, el salir a la calle más ligeritos de ropa, provoca que aumente nuestra líbido y nuestro deseo sexual esté por las nubes. Pero septiembre ya ha llegado y con él, la vuelta al trabajo, a la rutina, a las prisas. Planeamos cada minuto de nuestro día para que la agenda cuadre a la perfección y olvidamos hacer hueco para algo súper importante, el sexo.
“ ¿Qué ha pasado?, ¿ya no tengo ganas?, ¿antes me apetecía a todas horas y ahora no encuentro el momento perfecto?”
Es algo muy habitual que después del verano nuestro apetito sexual baje un poco el nivel, pero no podemos abandonarlo, no podemos permitir que se convierta en una rutina más.
Por este motivo, os proponemos reencontraros con vuestra sexualidad. Cómo si la magia del verano fuera permanente, como si vuestros cuerpos siempre estuvieran calientes a pesar de que estéis en pleno mes de diciembre. Sólo hace falta un poco de imaginación.
- ¿Excitarse haciendo las tareas del hogar?
después de una semana ajetreadísima toca hacer las tareas de casa, la verdad es que la idea no motiva mucho. Pero ¿habéis probado pasar la aspiradora completamente desnudos?, o ¿cocinar con un mini delantal que deje al aire vuestras partes del cuerpo más deseables?. Aprovechad cada momento que tengáis para provocar y mostrar vuestro lado sensual.
- ¡Ducharse solo es muy aburrido! Todas las mañanas es siempre lo mismo, suena el despertador, os levantais y corriendo a la ducha ya que tenéis poco tiempo para prepararos, pero ¿habéis pensado en que si os ducháis juntos economizáis el tiempo?. Además tenéis la oportunidad de hacer el amor justo antes de comenzar el día, ya veréis con qué energía vais a trabajar.
- Volver a jugar a disfrazarse. ¿Os acordáis lo que os divertiáis de pequeños cuando os dsifrazábais?, era la oportunidad perfecta de ser tu superhéroe favorito o una princesa de cuento de hadas. Pues bien, recuperar ese juego de mayores es mucho mejor. Ahora podéis ser, “la secretaria cachonda del jefe”, “la policía cañón que quiere cachearte porque has sido un niño muy malo”, o “la enfermera caliente que quiere tomarte la temperatura”. No sólo es muy divertido, sino que también resulta ser un juego muy excitante.
Hay miles de opciones para no caer en la rutina postvacacional solo hay que ponerlas en práctica y desearéis que llegue ese momento del día.