En el día del Orgasmo femenino, analizamos cómo puedes estar segura de que has tenido uno.
Dicen que si una tiene que preguntarse si tuvo o no un orgasmo, es que no lo tuvo. Esto no es del todo cierto. En un mundo de representaciones exageradas puede que estés esperando algo equivocado de un orgasmo. Si te ha pasado algo de esto, lo has tenido.
1. Sentiste contracciones, latidos internos, que se hicieron cada vez más potentes.
Las mujeres no contamos, necesariamente, con un signo que exteriorice tan claramente un orgasmo. Un orgasmo es la liberación de sangre acumulada en los canales sanguíneos de los genitales, que comienza a sentirse por dentro, lenta y progresivamente, como pequeñas contracciones que van in crescendo. Si pudieras mirarte en detalle en ese momento, verias que la vagina parece abrirse y cerrarse rítmicamente durante algunos segundos pero eso es todo lo que se ve.
2. No explostaste. Implostaste
Lo que pasa en el cuerpo femenino durante un orgamos con un conjunto de contracciones de la musculatura pélvica circunvaginal (los musculos que rodean la vagina). Se trata de un rastro de otras, más profundas, que se dan a nivel uterino y anal. Estas contracciones resuelven la vasocongestión regional que nos produjo la excitación. La intensidad que sientes son olas de placer que van hacia adentro, no hacia afuera.
3. Hubo una discreta oleada de placer.
No todos los orgasmos son iguales. Los hay fuertes sí, pero a veces son más tímidos, se asoman con contracciones leves que te dan placer pero no parecen emerger desde tan profundo, ni hacerte perder la cabeza. En todo caso, lo que tienen en común es este crecimiento progresivo del placer que desemboca en un gran alivio físico y en un sensación de bienestar y relajación.
4. No te dieron ganas de gritar ni de moverte pero se aceleró el corazón, tu respiración se entrecortó y fuiste incapaz de recordar tu nombre por unos segundos.
El camino hacia los orgasmos, los fuertes y los suaves, tienen en común una aceleración del ritmo cardíaco similar a la que sucede cuando estás entrenando. Mientras esto pasa, la respiración se hace más rápida y superficial y aumenta la tensión muscular general. Cuando el orgasmo se desencadena, parece que te olvidas de respirar y no te acordas ni cómo te llamás. En general, esto dura unos pocos segundo. Eso es lo unico que tienen en común los orgasmos. Los gritos y los contorneos son un agregado pero jamás un requisito indispensable.
5. Sentiste un gran alivio físico y una relajación tanto muscular como mental.
Una clara señal de haber experimentado un orgasmo es el alivio que le sigue, la relajación y una cierta disminución del deseo sexual. A muchas nos da ganas de dormir, o de quedarnos tiradas mirando el techo. Como sea, la aparición de este estado de ánimo sucede al clímax y es un estado completamente opuesto a la tensión, placentera pero tension en fin, que sentíamos un ratito antes, durante la fase de excitación sexual.
Esperamos que esta guía te sirva para entenderte mejor 🙂
Autor: Denise Tempone