CÓMO INFLUYE EL SOL EN LAS RELACIONES SEXUALES


En primavera las emociones suelen estar más vivas que nunca y nuestro estado de ánimo pasa de ese letargo propio del invierno, a pura energía, emoción y ganas de hacer un montón de cosas.

Sexologos y psicólogos han estudiado  la influencia de las estaciones en el estado de ánimo y en nuestra conducta y han determinado, que en las estaciones frías nos encontramos más perezosos, apáticos, incluso nostálgicos. Mientras que en las estaciones cálidas, somos más enérgicos, positivos y creativos. Traslado al panorama de las relaciones sexuales, parece que invierno nos cuesta un poco más, mientras que en primavera y verano tenemos las hormonas revolucionadas.

A pesar de que no existen estudios científicos que expliquen estos cambios, podemos establecer que una de las principales causas es el Sol, pues como siempre se ha dicho, es fuente de vida.

¿Cómo afecta el sol a las relaciones sexuales?

  1. Más horas de luz:

Los ritmos circadianos son cambios físicos, conductuales y mentales, que están estrechamente relacionados con nuestra exposición a la luz. En invierno muchas personas salen de sus casas antes del amanecer y regresan de noche, sin ver el sol prácticamente en todo el día. Esto afecta negativamente a su estado de ánimo y por lo tanto, a las relaciones sexuales. En primavera los días son más largos, tenemos más vida social y nos mantenemos más tiempo activos. Todo ello da como resultado, un aumento de las endorfinas (mayor sensación de bienestar), flujo sanguíneo y testosterona, por lo que hay un incremento de nuestro deseo sexual.

2. Aumento de vitamina D:

La vitamina D es una vitamina liposoluble que cumple diferentes funciones en el organismo, entre las que destaca el correcto desarrollo de los huesos. Para que el cuerpo pueda sintetizar es necesaria la exposición a los rayos solares. Respecto a las relaciones sexuales, diversos estudios científicos establecen que la falta de vitamina D, disminuye la producción de testosterona, provocando una reducción del deseo sexual, lubricación, orgasmo y satisfacción.

3. Se agudiza el olfato, el sentido más primario:

En primavera comienzan a florecer los campos llenando el ambiente de colores y fragancias deliciosas. El calor provoca que esos aromas se magnifiquen  y nuestras feromonas, encargadas de las relaciones interpersonales, estén más perceptibles que nunca. En el ambiente se respira una “química sexual”, que hace que nuestra libido esté por las nubes

En definitiva, nuestro astro rey llega con fuerza para despertarnos del periodo de hibernación. Dejemos que sus rayos nos alcancen y nos llenen de vida. Empieza la “época de celo”, es el momento de experimentar sensaciones nuevas, de disfrutar de las relaciones sexuales en todo su esplendor.