Si Lys es un templo del sexo, Nacho Vidal es el Papa. Venerado y amado, humillado y negado, se trata de uno de esos personajes complejos que encarnan fantasías que nos fascinan, escandalizan y sorprenden. Como el sexo, Nacho es difícil de leer, complejo de descodificar y sentir. Contrario a la lectura plana y literal, que señala a su enorme polla como su más determinante talento, es la imprevisibilidad, la insolencia, y la potencia de Nacho, lo que lo convierten en un símbolo sexual, una fuerza que tantos hombres quieren ser y tantas mujeres experimentar. No hace falta más que ver sus películas para palpitar su arrolladora energía, y no hace falta más que asomarse a las noticias para sentir la cornisa que parece bordear. Nos atrae y nos repele, como tantas de nuestras inconfesables fantasías. Pero en Lys nada es inconfesable. En Lys queremos saber. En Lys queremos explorar. Por eso invitamos a Nacho a hablar exclusivamente de sexo. Excusas no nos faltaron.
Actualmente, Nacho se encuentra trabajando con Netflix en una serie que contará su vida, una vida de la cual parecemos enterarnos de todo, minuto a minuto. “Todo lo que sabéis, no sabéis nada”, aseguró la estrella porno a nuestra Community Manager, la periodista argentina Denise Murz que lo entrevistó en nuestra tienda de Malasaña. “El ser humano tiene momentos de ser un campeón pero también de ser vulnerable. Yo he mostrado mucho y la gente se ha encargado de buscar mucho sobre mí también pero mostrar mi verdad en una serie es una oportunidad única”, explicó. Como cada proyecto que involucra la vulnerabilidad de nuestros referentes sexuales, este promete expandir nuestros conocimientos sobre las complejas aristas que quedan desdibujadas detrás de la figura de un psicópata, un semental o una máquina de follar y hacer lío.
Pero fundamentalmente, Nacho nos mostró su forma directa de acercarse a los mortales que fantaseamos con él: una línea de productos, que incluyen una réplica exacta de su polla, nos habló de su personaje que encarna en sus películas, en las más viejas y en las más recientes, porque hay una diferencia. “A veces, cuando los tíos vienen a contarme que se follaron a sus novias como hice yo en tal o cual película, metiéndoles la cabeza en el la taza de váter, me siento mal. Me di cuenta que hay gente que aprende de mí. A partir de eso, decidí empezar a cambiar la manera de follar”, sorprende. Cuando le preguntamos si él utiliza aceites de masajes y productos sensuales que remiten mucho al “slow sex” más que a las fantasías descarnadas que lo muestran arrastrando mujeres del pelo hacia duchas heladas, casi se indigna. “¿Ves que no sabes nada de mi? Follar está sobrevalorado, es para pobres de alma”, asegura. ¿Y qué hacen los ricos de espíritu? “Hacen el amor. Conectan”, nos explicó.
Hay mucho más del intrigante Nacho Vidal en este video. ¡Y réplicas de su polla en nuestras tiendas!