Sexo sin compromiso y libertad son dos de los adjetivos que mejor definen a este tipo de relaciones, pero ¿es sólo sexo?, ¿dónde está el límite?
Los denominados “follamigos” es una práctica cada vez más habitual entre las personas que no tienen pareja y buscan tener sexo sin compromiso. Entre las principales ventajas podemos destacar:
- “Libertad sin explicaciones”: tu amigo con derecho a roce no es tu pareja y tu no eres la suya, por lo que se acabaron los celos inexplicables, el dar explicaciones de con quién quedas o quién no. Los dos los tenéis claro y lo que buscáis es pasarlo bien y tener sexo sin compromiso.
Sin embargo la línea entre amistad y pareja es muy delgada. Es un amigo con el que te gusta estar, 
contarle tus confidencias y encima te atrae sexualmente, entonces ¿dónde está el límite entre relación amorosa y amistad?, ¿y si quiere algo más con él/ella?
Éste es precisamente el principal riesgo que se tiene al practicar este tipo de relaciones, pues en algún momento alguna de las dos partes puede pedir algo más. Lo que empezó con quedar para tener sexo rápido y sin compromiso, acaba por quedar tardes entre semana para ver una peli en casa, ir al cine los sábados o a dar un paseo por la montaña los domingos.
¿Entonces dónde está el límite?, pues la respuesta es sencilla. NO LO HAY. El amor y el sexo
no son cosas con reglas pre-establecidas, con directrices que todo el mundo debe realizar de la misma forma. Es precisamente ese caos y anarquía lo que lo convierten en algo maravilloso.
En conclusión, si vuestra relación de amistad con derecho a roce os pide algo más, pues adelante, ¿por qué negarse?, ¿a qué tenéis miedo?, si ya habéis visto que todo entre vosotros es perfecto, ¿por qué debería cambiar?